La ama de casa manifiesta que siente temor de acercarse a comprar carne de res, dice que lo primero que observa es si están los huesos exhibidos en la tercena y el valor de la libra. 

“Anteriormente compraba carne de res dos veces a la semana para prepararla en sopa y hacerla apanada, pero ahora mis hijos me dicen: ‘mami, no queremos carne’”, aseveró.

COMERCIO. Para Rosa Moreno no ha sido un problema el faenamiento de equinos, ya que dice que la venta está igual que todos los años. “Hay personas que bromean diciéndome:  ‘cuidado me va a vender carne de caballos’”, señala.

A pesar que la venta no ha bajado, ella prefiere exhibir los huesos para que los clientes estén tranquilos. “Si ven solo carne pura, no me van a comprar”, indica.

CONTROL. Marco Lee, director de Justicia y Vigilancia del Municipio de Babahoyo, explicó que de acuerdo a la ordenanza municipal se prohíbe la venta de carnes en locales que no reúnan las condiciones sanitarias.

“Las personas que andan en triciclos vendiendo se les decomisa”, dijo el funcionario, quien indicó que la sanción es una multa del 25 por ciento del salario básico unificado. 

“Todas estas personas deben tener la carne con un sello en su frigorífico, caso contrario se la somete a una examinación por un veterinario especialista”, agregó Lee.

Mary Lima, intendente de Los Ríos, manifestó que constantemente realizan inspecciones donde verifican el precio y  calidad de productos, pero señaló que no es de su competencia realizar el control del expendio de carne.