Según ellos, con lo que obtengan podrán invertir nuevamente en otras siembras sin tener que endeudarse nuevamente.
Jorge Mina, de 62 años, y padre de dos hijos, es un agricultor del recinto Aguas Frías de Medellín, del cantón Ventanas, quien asegura que sembró dos cuadras de fréjol de palo en medio del maíz que había plantado quince días antes, en diciembre.
Mina cuenta que esta es otra alternativa para ayudarse económicamente.
El sexagenario agricultor con los 14,50 dólares que ganó por cada quintal de maíz, solo recuperó el dinero invertido en los sembríos, por ello espera que con el fréjol pueda ganar algo de dinero para con eso volver a sembrar algún otro producto de la temporada.
“Lo bueno es que estas tierras son bendecidas y lo que sembremos siempre crece y es de buena calidad”, indicó.
ASPIRACIÓN. “Esta vez el maíz fue más o menos, pero yo aspiro que con este fréjol obtenga algo de ganancias, esta es otra alternativa para tener dinero después del maíz y utilizando el mismo terreno“, agregó.
Mina señala que la siembra del fréjol de palo se hace en diciembre, justo a inicios del invierno y que la cosecha se la hace a mediados de agosto, donde aprovechan que el producto está verde para venderlo.
“Ojalá no hayan las conocidas bajadas de precios por la abundancia del grano”, dijo el hombre, quien asegura que eso siempre los perjudica.
PRODUCCIÓN. En Ventanas, cientos de agricultores sembraron el fréjol de palo, y siempre se aprovecha para venderlo en cáscara a la industria, o para consumirlo en la familia.
Este producto también es conocido como fréjol de gandul. Se conoce que se cultiva desde hace unos tres mil años; sin embargo, su origen aún está definido. Se lo utiliza en la preparación de deliciosos platos típicos como la menestra y sopas.