Carmen Málaga, por ejemplo, arribó desde el cantón Pichincha para certificar su información personal, y seguir recibiendo el bono de desarrollo. Tiene tres hijos (todos menores de edad), y los 50 dólares le sirven para el sustento de ellos.

Pero el viaje a Portoviejo no fue solo tomar un bus y llegar a la capital manabita, sino que desde el jueves por la tarde coordinó las acciones necesarias para que alguien cuidara a sus hijos. “Tenía que viajar por obligación, caso contrario me quitaban el bono que en verdad me saca de apuros”, precisó.

Afuera de las oficinas del MIES (Ministerio de Inclusión Económica y Social), junto a la jardinera, estaba Cenia Zambrano.

Tuvo que caminar durante una hora, en la madrugada, para llegar a tiempo a Portoviejo.

Salió a las 03h00 de ayer desde el sitio San Silvestre hasta Charapotó, donde tomó el bus a la capital provincial. “Una vecina me dijo que hasta el viernes había plazo y de no entregar la nueva información me quitaban el bono”, sentenció.

Esfuerzo. Eddison Salvatierra hizo un esfuerzo sobrehumano para llegar a la avenida Manabí. 

Una muleta es su aliada para un desplazamiento seguro, pues tiene problemas en sus extremidades que le impiden caminar con normalidad.

Si bien logró un cupo para su atención, luego se dio cuenta de que su presencia en el lugar fue en vano, ya que no era necesario para completar ningún requisito.

Situación similar vivió Mario Castro, quien por temor a no ser considerado en los proyectos actuales y futuros del MIES, debió suspender una cita médica para llegar al último día de la “revalidación de información”. 

Permanente. Juan Almendáriz, director distrital del MIES, aseguró que la campaña de actualización de datos de usuarios es permanente y gratuita a nivel nacional por medio del call center 1800002002, de 08h00 a 17h00. 

El funcionario recalcó que están investigando de dónde se originó la información del cierre de inscripciones para proceder a demandarlo como lo determina la ley.