Según González, el ganado parido es el más afectado por la enfermedad de la mosca, ya que lo debilita con fiebre, decaimiento y se va “secando” sin tener apetito por comer, la mayoría de los casos muere.

Indicó que para él ha sido un año bueno, ya que a diario logra sacar de 25 a 40 litros de leche, los cuales expende a 50 o 70 centavos y la leche que le sobra la utiliza para hacer queso.

Domingo Sabando, otro ganadero del sitio, manifestó que tiene 14 cabezas de ganado, de las cuales unas cinco le dan leche, por lo que no han visto pérdidas ante la llegada de la enfermedad de la mosca. 

“Aparte del maíz y ciertos productos de la zona, nosotros obtenemos otro sustento diario con los beneficios que nos brinda el ganado, siempre buscamos la forma de subsistir”, comentó.

Oportuno. Patricio Solórzano, ingeniero agropecuario, considera que en el cantón Junín no se ha tenido mayores afectaciones debido a que los ganaderos han logrado vacunar a tiempo para prevenir las pérdidas que se han tenido en otros años.

Señaló que  la prevención a tiempo es de gran importancia, porque con ello se obtienen beneficios al momento de la comercialización, porque un ganado enfermo no sale al mercado y habría que esperar dos o tres meses para expenderlo.