Él es uno de los 43 alumnos que realizan la instrucción para ser voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Febres Cordero.

El capitán Arturo Boza dice que el interés por ser parte de la casaca roja ha aumentado. “En la primera se graduaron 23, pero ahora contamos con 43 jóvenes”, dijo el oficial, quien asegura que a pesar de que los adolescentes tienen que ir al siguiente día a estudiar o trabajar, dedican tres horas al entrenamiento.

El curso, cuya duración es de cinco meses, es gratuito. 

Las clases teóricas y prácticas se dictan de 19h00 a 22h00. 

ESTUDIO.  El barrio La Florida es uno de los puntos de encuentro de los alumnos. Allí realizan ejercicios físicos y practican cómo actuar en situaciones de riesgo.

Boza explicó que el curso comprende de tres módulos: el primero es de instrucción formal, el segundo es contra incendio, donde le explican cómo escalar y sobre todo cómo ayudar a los demás. Mientras que en el tercer módulo les enseñan primeros auxilios. 

Uno de los primeros en llegar a las clases es Ricardito. Su padre, Ricardo León, relata que a las 18h00 su pequeño empieza a buscar los zapatos y la ropa para alistarse para ir al entrenamiento.

“Él es decidido y ya se sabe casi todo el protocolo de un bombero”, recalcó. 

Aunque aún no tiene la edad suficiente para formar parte del equipo de voluntarios, Boza señaló que el niño recibirá un certificado de bombero kids. “Él sabe más que los adolescentes y es muy gratificante para nosotros tener a un niño que viene todas las noches por voluntad propia”, agregó el capitán.

Durante las tres horas de clases los estudiantes realizan las prácticas con disciplina y mucha concentración, dos virtudes que debe tener un bombero voluntario.

Cuando finalice el curso los participantes recibirán un certificado de bombero voluntario, lo que les permitirá brindar apoyo y aplicar los conocimientos adquiridos.