Ahora que forma parte del frente conformado por el presidente Lenín Moreno, explica, en entrevista con El Diario, los detalles de las funciones y las acciones que seguirá este frente.

 

El Frente es una iniciativa del Presidente de la República Lenín Moreno, que debe generar insumos para desarrollar una política de Estado para la lucha contra la corrupción. Específicamente el Frente de Transparencia y Lucha contra la Corrupción debe recomendar políticas, proponer reformas institucionales y legales y evaluar la ejecución de la propuesta de la Convención de las Naciones Unidas. Asimismo, realizar exhortos a las entidades competentes para evitar la impunidad en casos de denuncias de actos de corrupción en los sectores privado y público.

 

Los miembros trabajamos ad honorem. El Frente de Transparencia y Lucha contra la Corrupción se reúne los días lunes en Quito. 

En la primera semana de julio se presentará al Presidente de la República un documento que recogerá los lineamientos generales de políticas y acciones, que en principio son: lucha contra la impunidad, promoción de transparencia, educación y reflexión sobre valores y combate a la corrupción en los sectores privado y público.

 

La primera tarea del Frente es generar insumos para la política que desarrollará el Gobierno de manera coordinada con otras funciones y analizar qué es necesario cambiar en el ordenamiento jurídico e institucional del Estado, para impedir la corrupción en los espacios privados y público.

 

Apenas tenemos dos semanas y hemos realizado dos sesiones de trabajo. Es muy prematuro hablar de la ejecución, cuando primero debemos definir toda la complejidad que atañe al problema de la corrupción, que es un mal que enfrentan todos los países, que por una parte funciona incentivado por corruptores de empresas transnacionales, pero que también tiene que ver con los valores de los individuos, por lo que permea a veces en toda la sociedad. Por ejemplo, desde mi perspectiva, no es moral tener dinero en paraísos fiscales con objetivo de no pagar impuestos en Ecuador.

 

El problema no es sólo castigar el delito coyuntural de corrupción, sino incidir en la formación en valores que debe realizarse tanto en las aulas como a través de los medios de comunicación públicos y privados.

Estamos en otros tiempos, los medios de comunicación deben comprometerse también al pacto ético para legar un país cuya sociedad tenga interiorizada los valores de la honradez, de la verdad, la solidaridad y el bien común. En ese sentido, el Frente ha puesto mucho énfasis en el tema de una política de reflexión y educación sobre valores y ética, convocando a un gran “Pacto Ético” nacional.

 

Intuyo el sentido de su pregunta: He trabajado tanto en el espacio público como en el privado. Como ustedes conocen, antes colaboré en medios de comunicación privados; después presidí una institución pública que hace gestión cultural. Tengo una ideología que envuelve tanto a mi ética como a la noción de una sociedad de iguales. En todos los casos mi ética ha prevalecido. La ética de la persona digna no se compromete con nadie, sino con el bien general. Un ciudadano tiene compromiso con su Patria, que debe ser el principal valor cívico.

A veces se cree de manera errada que la ética atañe sólo al comportamiento de un individuo que ejerce en una entidad pública y que quien trabaja en el espacio privado puede actuar sin compromiso, responsabilidad y transparencia.

Eso no es cierto, la ética tiene que ver con los valores que guían al individuo en la esfera privada y pública.