También se agradece por las bondades de la cosecha con rituales, danzas y cantos en los que sobresalen imaginativas coplas.

Este año, en su tercera edición, la Prefectura estuvo frente de la organización. Está confirmada la presencia de 50 delegaciones de las comunidades rurales de toda la provincia, teniendo como escenario las calles contiguas al parque Ciudad Blanca de Ibarra.

En este sitio se reúnen para dar rienda suelta a la celebración, en la que se pondrán de manifiesto las costumbres y las tradiciones.

Los priostes son el Municipio de Otavalo y la comunidad Panecillo de la parroquia San José de Quichinche. Esta misma designación la comparten el presidente del Consorcio de Gobiernos Provinciales del Ecuador (Congope), Gustavo Baroja, Ecuavisa y la Embajada de México.

En la lista de invitados están los embajadores de Perú, Chile, Colombia y Bolivia; los prefectos de Cotopaxi, Tungurahua, Carchi, Chimborazo, Esmeraldas y Sucumbíos; los alcaldes de Cayambe y Pedro Moncayo; autoridades nacionales, provinciales, cantonales y parroquiales.

El prefecto Pablo Jurado afirmó que “este acto ratifica la política institucional de fortalecer estos espacios que se transforman en un ícono representativo de la identidad cultural de la provincia, que permite difundir al Ecuador y al mundo la celebración más destacada de los pueblos y expresar las diversas manifestaciones tradicionales y autóctonas”.

Han sido invitadas, según dijo la autoridad imbabureña, grupos artísticos de primer nivel, entre ellos el grupo original Ñanda Mañachi, que con sus canciones animaron el festejo.

 

>Origen. A pesar de no existir datos precisos del inicio de la conmemoración, el significado, la trascendencia y la espiritualidad fueron recogidos por cronistas de la época de la colonia. Se señala que el Inti Raymi es una fiesta sagrada del Sol que tiene su origen en el antiguo Cusco (Perú), que viene desde antes del Incario y que ha estado presente en la Colonia y en la República, lo cual demuestra que ha logrado vencer procesos de evangelización, que ha resistido y se ha reciclado con base en la modernización y la globalización.

De acuerdo con el calendario kichwa y la cosmovisión andina, el solsticio o ‘Día del sol quieto’ se producen la noche del 21 al 22 de junio, con rituales y purificaciones.