Con su discurso inicial y con las medidas y nombramientos posteriores, el presidente Moreno abrió expectativas superiores a la de una final deportiva. ¿Hacia dónde está dirigiendo a esta dividida patria que necesita de un camino claro hacia el futuro? Unos dicen que este régimen es un continuismo bien disimulado con engañifas; otros, ven en él un inicio de la necesaria corrección a lo transitado en la década pasada, con miras a mejorar la peligrosa actual situación socio-económica-política del Ecuador. En todo caso, es pronto aún para definir la ruta emprendida, por lo que habrá que esperar más acciones definitorias para prever lo que sucederá en el futuro. Hasta tanto, cada uno de nosotros debemos seguir cumpliendo de la mejor manera nuestras obligaciones, que son las que en suma hacen de la patria lo que es ella; eso sí, con los sentidos muy alertas a lo que las autoridades elegidas realizan, aplaudiendo sus aciertos y/o denunciando sus errores, para sancionarlos luego con nuestros votos.