Y adecuado sería continuar con la participación de estudiantes de colegios en la siembra de árboles o en mejoramiento y cuidado del ambiente en ciudades manabitas, intervención iniciada y practicada hace varios años, siempre con objetivos específicos como la protección del medio, de la naturaleza.

En la capital manabita se sabe de muchos programas iniciados por colegios cuyos alumnos trabajaron en la resiembra de las colinas que la rodean, pero todos con limitado éxito, pues si bien cumplieron su propósito de dar vida a nuevas plantas, en la etapa del cuidado a su crecimiento quedaron desprotegidas, creciendo unas, muriendo otras.

Sin embargo, contándose con el espíritu de colaboración juvenil, es menester que se aproveche esta energía integrándola a una planificación general, coordinada por el departamento correspondiente de la municipalidad para superar inconvenientes que se presentaren, con ayuda de entidades afines al cometido como son los ministerios de Ambiente, de Agricultura y, por supuesto, el de Educación.