La elevación montañosa es distinguida desde muy lejos por quienes circulan por la amplia geografía de la zona, pues con sus 630 metros de altura se yergue imponente sobre una gran planicie, apreciándoselo enigmático especialmente cuando está rodeado de nubes, lo que es casi siempre.    

De por sí constituye un gran atractivo turístico, por lo que las entidades municipales o nacionales dedicadas a este menester deberían incrementar su interés para que sea mucho más visitado y conocidas sus leyendas.

Y a propósito de las informaciones que indican de extravío de personas que por su cuenta y riesgo suben a esta elevación, estimamos que la ascensión y el recorrido deberían ser planificados profesionalmente, con el asesoramiento de alguna entidad oficial, quizá municipal.

Puede ser como parte de una actividad con destino turístico, llevando a grupos ciudadanos amantes de la aventura a recorrer el imponente cerro que contiene una rica diversidad de especies animales y vegetales, y un clima especial. Ojalá se logre una respuesta positiva y beneficiosa para aumentar el turismo en Manabí.