Los otros, según Ercilia Sabando, presidenta de la fundación que administra el albergue, colapsaron con las inundaciones.

Añadió que los servicios que presta el albergue se vieron interrumpidos parcialmente, y hasta el momento no los pueden completar debido al grado de contaminación existente en los alrededores. 

“Estamos rodeados de canales que evacuan aguas estancadas, y aquí se encuentran personas con defensas bajas, fáciles de contraer cualquier enfermedad”, sostuvo la presidenta. 

Sabando aseveró que a pesar de las inundaciones no dejaron de prestar servicio a las personas con cáncer que reciben tratamiento en el hospital de Solca, y que provienen de otros cantones. 

Los usuarios pagan un dólar al día por hospedaje y comida.

Limitaciones. La única área afectada hasta el momento es la casa de retiro y convivencia “Divina Pastora”, que suelen alquilar para acceder a recursos económicos a favor del albergue. 

Las 13 habitaciones, manifestó Sabando, no se afectaron por estar en una parte alta del terreno del inmueble.

La usuaria María Moncayo lamentó que no cuenten con agua suficiente para sus necesidades básicas, ya que hasta donde sabe el pozo séptico del albergue se llena con mucha facilidad.

Ela Aray, paciente oncológica, reconoce que la ayuda que tienen en el albergue es importante para enfrentar el tratamiento, pero le gustaría que haya más baños para que exista una comodidad plena.