Asevera que en sus recorridos ha investigado el tema, pues relata que hay escritos desde hace muchos años donde se destacan sus beneficios.

Asegura que las piedras y los cristales son una especie de escudo magnético que rechaza cualquier vibración negativa en una persona.

El artesano explica que la turquesa posee la buena fortuna; el ónix negro absorbe la negatividad; el hematite protege contra cualquier daño; el ópalo eleva el nivel espiritual; el aguamarina brinda equilibrio físico y mental; el jade da calma, valor e inspira humildad; mientras que los cristales de cuarzo ahuyentan las malas energías.

Dice recordar anécdotas sobre turistas que han regresado a decirle que el cuarzo se les partió y Velandia les comenta que el cristal rechazó las energías negativas. 

“Si tienen un cristal de cuarzo, en una parte donde no lo golpean, ya sea en el bolsillo o una cartera y les va a pasar algo, el cuarzo recibe el impacto y se parte”, dijo.

Revela que los viajeros se acercan hasta su negocio porque han escuchado sobre las piedras y cristales. Cuenta que él les hace la debida explicación para que el cliente sepa lo que se lleva.

Creencias. Ekaterina Melcher, de origen alemán, lleva una pulsera con una piedra turquesa desde que tiene siete años. Cuenta que fue un obsequio de su madre, ahora tiene 25 años y la conserva con cariño, pues asegura que le ha traído buena vibra y suerte.

Pero Wendy Loor, turista manabita, cuenta que siempre ha comprado diferentes piedras, pero lo hace porque le llaman la atención por su estructura y color, mas no porque dicen que tienen beneficios.