En menos de un año, gran parte de las zonas afectadas el día 16-A han resurgido por la atención gubernamental junto a la cooperación de algunas organizaciones y gracias a la resiliencia de los habitantes de Manabí, demostrada sobre todo en Pedernales, Portoviejo y Manta.
La ciudad portuaria recuperó su ritmo a los pocos meses pues el intenso movimiento de Tarqui se trasladó a las inmediaciones de la calle 13 y a Los Esteros, mientras el panorama incierto seguía en la Zona 0 de la parroquia, una de las dos primeras que hasta hace pocas décadas conformaban el cantón Manta.
De Tarqui nacieron las parroquias Los Esteros y Eloy Alfaro, llamada Cuba, cuando comenzaron los primeros asentamientos de familias que dejaron el campo a consecuencia de la sequía de fines de los años 60.
De igual manera, el viejo mercado municipal de Tarqui fue el imán que atrajo el comercio formal y el informal en forma desproporcionada. No hubo autoridad que hiciera frente al caótico ambiente de la que llegó a ser la parte más comercial de Manta. Este mismo diario publicó una nota referente a que cada día llegaban más comerciantes, especialmente a la avenida 109.
El Alcalde en su nuevo período dijo que no se permitiría uno más, hasta que la catástrofe terminó con lo bueno y lo malo. Bueno, el comercio ordenado y con normas preventivas de salud que no causan contaminación visual y acústica. Inclusive había planteles educacionales y, en la misma calle, damiselas de la vida buscando ingresos. En realidad el sector céntrico de Tarqui es donde más se evidenciaba la falta de reglamento del uso de suelo, pues a los negocios mencionados se sumaban talleres de todo tipo. Aun los formales seguían el ejemplo de otros, ocupando portales con diversas mercaderías.
La Zona 0 ya fue abierta con la oferta municipal de brindar agua, alcantarillado y veredas. Quizás por cumplir su parte antes del primer aniversario del sismo, o por falta de coordinación con CNEL, es preocupante que se vuelvan a romper las veredas para soterrar los cables de energía eléctrica.
Contradictoriamente, la apertura del centro de Tarqui por ser una zona segura, según el Alcalde, significaría también el retiro de las fuerzas del orden. Hace varias semanas al CPNV, Freddy Endara, comandante de la Fuerza Conjunta Litoral, no estaba de acuerdo en abrir la Zona 0 por la falta de higiene ambiental.
Añádase a este inconveniente las demoliciones que hasta el momento no han sido cumplidas a cabalidad.
Meses atrás el mismo municipio publicó las fotografías de los inmuebles que debían ser derribados parcial o totalmente, sin embargo siguen allí, desaprovechando el estado de emergencia. Se entiende que la seguridad de un conglomerado es más importante que la voluntad de cada uno de los propietarios.
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