No es un perro que se contente con dar una vuelta rápida a la manzana un par de veces al día. Como perro activo y enérgico que es, el Hamilton necesita como mínimo dos horas de ejercicio al día, preferiblemente sin correa en un lugar seguro donde pueda correr y husmear a sus anchas. Como era de esperar, si se aburre o hace poco ejercicio se volverá destructivo, dedicándose a cavar, mordisquear y ladrar para entretenerse.