Actualizado hace: 951 días 20 horas 54 minutos
Oralidad
Los dos apus que se divierten juntos

La tradición oral es también una manifestación cultural de los pueblos, pues destaca sus costumbres e imaginación.

Jueves 06 Abril 2017 | 04:00

Entre los indígenas, como los cañaris y shuar, existen leyendas que forman parte de su imaginario natural. El Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) publicó el folleto ‘Mitos y leyendas’, en el que recoge tradicionales cuentos de las provincias de Azuay, Cañar y Morona Santiago.

Precisamente en Cañar se genera una, cuyo nombre es ‘El juego de los Apus’ y afirma que los cerros tienen vida y una personalidad única.
Relato. Los antiguos abuelos de la provincia del Cañar llaman a los cerros sagrados apus; dicen que estos seres, forjados de tierra y fuego, están dotados de vida y que tienen como los humanos cualidades y pasiones.
Algunos apus son bravos y hasta celosos, otros, tranquilos, sabios y poderosos. Cuando los apus amanecen despejados, quiere decir que están tranquilos, pero si se despiertan cubiertos de niebla, es mejor no molestarlos, porque están de mal humor. Hay que tenerles miedo y respeto si han invitado a su casa a la lluvia y a los truenos; entonces seguro que están chungando.
Un cerro juguetón. Cuentan los cañarejos que el cerro Cojitambo, conocido antiguamente como Curitambo, tiene un carácter jovial y que le encanta jugar con los otros cerros, especialmente con uno que está cerca, el cerro Abuga, que es tan travieso como él.
Cuando Cojitambo juega con el cerro Abuga se lanzan nada menos que fuego de un lado a otro; también se arrojan animales, como jaguares, zorros, raposas, osos y venados.
Si se aguzan bien los oídos se pueden oír sus risas y sus bromas.
La gente del lugar afirma que si avistan en las cercanías del pueblo animales que no son propios de la zona, ellos ya saben que los cerros han estado haciendo de las suyas y jugando.
Los cerros bromistas, para que no les vean, se cubren de una espesa neblina y se lanzan los animales sin que el otro vea el lugar donde caen.
Pero lo más hermoso sucede cuando los cerros se sienten enamorados; entonces se lanzan oro de uno al otro lado a través de un arcoíris que forma un puente de color entre los dos cerros.
Compartir en Facebook
Compartir en Twitter
  • ¿Qué te pareció la noticia?
  • Buena
  • Regular
  • Mala

Más noticias