Los seguidores del presidente argentino Mauricio Macri salieron ayer a las calles. La céntrica y muy conocida Plaza de Mayo y otros lugares importantes del país fueron tomados por personas que reclamaban que dejen gobernar a Macri.
La marcha supone un espaldarazo inesperado para el presidente a pocos días de la primera huelga general que sufrirá en su mandato, convocada para el jueves 6 de abril.
El mes de marzo fue muy duro para el Gobierno, con movilizaciones y protestas casi diarias, pero abril empezó de una manera completamente diferente.
Los peronistas, cada vez más animados ante el éxito de las últimas manifestaciones convocadas contra el Gobierno, en especial la de apoyo a la huelga de maestros, estaban ya preparados para ridiculizar la marcha macrista, lo que finalmente no ocurrió.