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Serie A
Delfín se mantiene invicto y sigue en lo más alto de la tabla tras empatar en Cuenca

El cuadro "cetáceo" empató 1-1 ante Deportivo Cuenca en el inicio de la jornada 8.

Viernes 24 Marzo 2017 | 22:05

Ocho fechas han pasado y Delfín mantiene el invicto. Hoy empató de visita con Deportivo Cuenca 1-1.
Con este resultado, el “cetáceo” llega a 16 puntos y es puntero en solitairo, producto de cuatro victorias y cuatro empates. 
Delfín salió a la cancha sin Roberto “La Tuca” Ordóñez, a quien horas antes se le había ratificado la sanción de dos partidos tras ser expulsado el viernes pasado ante Macará, por chocar contra el golero visitante.
Sin Ordóñez en el campo, Delfín perdió en ataque, pero ganó en tenencia de pelota con el ingreso de Andrés Chicaiza.
En la primera parte, Delfín buscó conexiones ofensivas con Chicaiza por el centro, con Patta y Murillo por afuera y con Garcés como único delantero de área. En una jugada polémica, Garcés cabeceó una pelota que golpeó la mano de un defensor cuencano. El árbitro dejó seguir. 
Dos pelotas mal jugadas salidas de dos tiros de esquinas llevaron sustos al arco mantense.
En la primera, en una incursión ofensiva tras un córner,  el “cetáceo” dejó huecos y los cuencanos salieron disparados al ataque.   A Uchuari lo asistieron en profundidad y se vio solo frente a un gigante Ortiz que sacó la pierna cuando el ofensivo pateó a gol de forma rasante. La pelota fue al otro costado y por allí aparecía el delantero Dinenno para empujar el balón a red, pero Nazareno se le atravesó y con una barrida salvó los muebles de una defensa que recién volvía del área rival.
En la otra Uchuari ensayó una media tijera que encontró bien parada a Ortiz, otra vez figura.
> Segundo tiempo. Mejoró el partido para el segundo acto. Se diluyó la media cancha y el partido se hizo de ida y vuelta. Golpe a golpe. 
En una Ortiz volvió a salvar los muebles con una atajada. Respondió Nazareno con un remate cruzado que se fue apenas ancho.
A los 15, Sanguinetti mandó al terreno de juego a Bryan Oña en lugar de Chicaiza. El uruguayo buscaba vértigo y no control. Quería buscar el partido. Entendía que había chances de hacer daño. Y no se equivocaba. Oña, un destapa corchos, corrió por la banda derecha, filtró una pelota que agarró a contra pierna al defensor Schunke y que llegó a los pies de Garcés. Generoso el goleador levantó la pelota por encima del goleador para asistir a Patta, que como ante Macará, se arrastró para empujar el balón a red.
Pero el empate llegó por una desconcentración defensiva. Uchuari, sin marca, cruzó un remate para el 1-1.
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