El dolor de los familiares de la víctima de femicidio se evidenció en el velorio que se efectuó en  la vivienda de su madre Lilia Palacios, ubicada en el recinto Poza Onda, de Buena Fe. 

Parientes, amigos y conocidos llegaron hasta la humilde casa de construcción mixta (madera y bloque)  donde permanecía el cuerpo de la mujer que,  según sus allegados,  sufrió por los maltratos físicos y psicológicos por parte de su conviviente.

Cerca de 20 machetazos acabaron con la vida de la madre de cuatro hijos la mañana del domingo, indicó el fiscal Luis Pesantes. El padre de dos de ellos al parecer la mató en un arrebato  de ira.

Hechos. Según el fiscal, el presunto agresor permaneció libando la noche anterior al femicidio, la mañana del domingo discutió con Barbarita hasta descargar su ira con al menos 20 machetazos en diferentes partes de su cuerpo, uno de ellos cercenó su mano izquierda. “Se formularon cargos en contra del sospechoso como presunto autor del delito de femicidio, el hombre quedó con prisión preventiva”, señaló el funcionario. “Se conoce que el hombre ha sido violento, hacemos un llamado para que las víctimas de violencia se acerquen de manera inmediata y puedan  canalizar las medidas de protección, que hagan prevalecer sus derechos, y si el caso lo amerita, incluso se solicita al juez una medida de protección, es decir la salida inmediata del agresor del lugar donde habita con la víctima”, señaló Pesantez.

Maltratos. Lilia Palacios, madre de la fallecida, contó que su hija en varias ocasiones le había comentado que era maltratada por su esposo, “Yo siempre le decía que lo demandara (...) por todo la golpeaba”, dijo, asegurando que hace ocho días el detenido había agredido a su hija en presencia de sus otros vástagos. 

Los familiares de Barbarita la recuerdan como una mujer alegre y sociable. 

“Era ella quien organizaba las fiestas, era la alegría de la familia”, señaló Rosa Berrazueta, cuñada de la fallecida. Ayer, sus seres queridos le dieron el último adiós en el cementerio general de Buena Fe. Sus familiares exigen la pena máxima para su agresor.