El oficialismo ha convocado a una concentración popular en Guayaquil para celebrar los diez años en el poder de la llamada “revolución ciudadana”. 

Los seguidores de Correa festejarán lo que denominan la “década ganada”, como resumen a las mejoras en aspectos sociales como la atención en salud y educación, así como en la reducción de la pobreza y la mejora de obras públicas como carreteras.

Los críticos. La oposición, entre ellos los exasambleístas Leonardo Viteri y Ramiro Aguilar, o incluso la dirigente de los profesores Mery Zamora, la tildan de la “década perdida”.

Le achacan tintes dictatoriales y persecución a quienes piensan diferente. Le critican el manejo de las cortes, la corrupción en casos como Petroecuador y Odebrecht, el “creciente” desempleo y alto costo de la vida, entre otros males.

Editorialistas como Albelardo Pachano cuestionan el alto nivel de endeudamiento del país y en condiciones inadecuadas por sus altos intereses, pero además, critican que esta creció pese a que Rafael Correa tuvo los mayores ingresos petroleros de la historia.

Fundamedios cuestiona la creación de entes como la Supercom, porque desde su punto de vista ha generado censura y autocensura. Rafael Correa y sus seguidores rechazan esas críticas.

“Pasamos de ser lo peor en muchos sectores en América Latina, a ser lo mejor: vialidad, seguridad, energía, comunicaciones, justicia, infraestructura en general, avances educativos, universitarios, inversión en ciencia y tecnología, liderazgo a nivel de ideas, a nivel mundial”, comentó el presidente.

Para algunos de sus simpatizantes como Ulises Vélez, Rafael Correa ha sido el presidente que se ha preocupado de los pobres, otorgándoles facilidades para que puedan, por ejemplo, obtener viviendas. Este portovejense además destaca las carreteras que han sido construidas en Manabí y el puente Bahía-San Vicente.

Lenín Cedeño, en cambio cree que con los ingresos petroleros que tuvo el país se pudo hacer más obras pública y tener menos endeudamiento.