Érika Canela, Miss Bumbum 2016, se tatuó la cara del presidente electo de Estados Unidos como “un pedido de amor y solidaridad”.
La modelo brasileña publicó una imagen en su cuenta de Instagram, en la que dice ser consciente de que “muchos” la “van a odiar” por tatuarse a Donald Trump: “Soy latina, mujer y no conozco los EE.UU., pero creo que los discursos de odio sólo traen más odio”, aseguró.