El jefe policial indicó que la Fiscalía ordena hacer la pericia de balística para comprobar el estado y uso de las armas de fuego, luego estos resultados son ingresados en el Sistema de Identificación Balística (IBIS) con la finalidad de verificar correlaciones de sus componentes, como son balas y vainas, las cuales son sometidas a cotejos mediante microscopio electrónico.

Contreras aseguró que de esta manera se apoya a las investigaciones de la Función Judicial (fiscales y jueces) para que tengan pruebas suficientes al momento  de resolver los delitos.

Ellos trabajan. Uno de los casos más recordados por los agentes policiales ocurrió en el año 2012, cuando detuvieron a tres sospechosos del secuestro a una pareja.

En ese tiempo los policías lograron rescatar a la pareja, detener a los sospechosos y decomisar un arma de fuego.

Los uniformados recordaron que la pistola decomisada era marca Glock 17, serie BOD-543, calibre 9 milímetros, y tenía algunas balas explosivas, tipo “dum dum”.

Estas balas son preparadas para que al ingresar en un cuerpo rompan tejidos y órganos, provocando la muerte instantánea de la víctima, señaló uno de los uniformados.

La institución del orden reveló que durante esos dos últimos años ocurrieron varios hechos delictivos, por lo cual se recogió como evidencia los proyectiles y vainas en la escena de los crímenes  sucedidos.

Estos proyectiles  fueron sometidos a exámenes balísticos y se verificó que habían sido disparados por esa arma Glock que fue decomisada en el secuestro de la pareja.

Los agentes policiales confirmaron que el arma de fuego fue utilizada para asesinar a siete personas en Manta.