Mientras que el año anterior, el sector comercial reportó menores ventas en comparación al año anterior. De acuerdo a las previsiones macroeconómicas del Banco Central del Ecuador (BCE), el sector comercial registró un decrecimiento por segundo año consecutivo.

Para Alba González, presidenta de la Cámara de Comercio de Portoviejo, la desaceleración económica que vive el país se arrastra desde el 2015 afectada por los bajos precios del petróleo, apreciación del dólar y mayores tasas de interés internacionales.

“Son factores sumamente importantes que influyeron en la poca inversión pública y falta de oportunidades para la inversión privada, lo que directamente ocasionó una falta de liquidez para el ciudadano y por lo tanto la baja de consumo en todos los sectores productivos, comerciales, turísticos incluso de servicio”, manifestó González.

En un comunicado la Cámara de Comercio de Guayaquil indicó que “el desafío de la economía radica en el bajo consumo y la dificultad para generar nuevos empleos, debido a la desaceleración económica. La demanda interna se ha contraído en 6,1% hasta septiembre del 2016”.

Construcción. El sector de la construcción también ha sido uno de los más afectados. El año pasado, según datos del Banco Central del Ecuador, tuvo un decrecimiento del 10,3%.

Enrique Pita, presidente de la Federación de Cámaras de la Construcción, manifestó que el 2016 “fue un muy mal año para el sector de la construcción”.

“La crisis económica es aguda y se ha profundizado. No abona a la confianza del constructor que va de la mano con la confianza del comprador. Terminamos mal el 2016 y nuestras expectativas no son alentadoras para el próximo”, expresó Pita.

Según indicó hubo una caída en también en la venta de varios insumos agregados, hierro, bloques y cubiertas de techo y agregó que la mano de obra también se vio afectada, dijo.

La Cámara de Comercio de Guayaquil manifestó que para mejorar el sector productivo del país es necesario “implementar mecanismos que dinamicen el mercado laboral, para mejorar la competitividad a nivel nacional y generar nuevas plazas de trabajo”.

También señalan que es necesaria “la estabilidad tributaria e incentivos al sector privado, a fin de atraer mayor inversión nacional y extranjera”.

Finalmente que se requiere de “una mayor apertura comercial con nuestros principales socios comerciales” para que se reduzcan costos en productos importados.