Dicho ítem señala que los municipios “prohibirán las corridas de toros cuya finalidad sea dar muerte al animal en los cantones en los que la ciudadanía se pronunció en ese sentido en la consulta popular del 7 de mayo de 2011. Los demás espectáculos públicos con animales serán regulados por los municipios en el ámbito de sus competencias”.

El 7 de mayo de 2011, en la pregunta 8 de la Consulta Popular, 127 de los 221 cantones del país, incluído Santo Domingo, decidieron apoyar la prohibición de que se realicen espectáculos “cuyo fin sea dar muerte al animal”.

La ordenanza municipal de tenencia de animales aprobada en noviembre de 2015 señala como prohibiciones (en el artículo 10, literal n) utilizar animales en espectáculos y otras actividades que puedan ocasionarles sufrimiento y tratamientos indignos, o cuando el objetivo de dichos actos no regulados, sea la muerte.

 

Será tratado. El alcalde de Santo Domingo, Víctor Manuel Quirola, señaló que en las próximas semanas el Concejo Municipal tratará el tema.

“Luego de que la Asamblea aprobara el código ahora nos toca a nosotros normar a través de ordenanza. Estamos recibiendo información. Tendremos que invitar a las socializaciones a los actores, en este caso a los galleros”, dijo tres días después de la aprobación del Código el burgomaestre.

 

Puntos de vista. Para el asambleísta Miguel Ángel Moreta, “el Código podría prestarse para confusiones, ahora queda en manos del municipio la regulación”, expresó.

Santiago Rivera, representante de la Asociación de Galleros de Santo Domingo de los Tsáchilas, informó que antes del tratamiento del Código en la Asamblea Nacional el gremio asistió a las socializaciones del borrador del mismo. 

“Existió un debate en las cabeceras provinciales, en el borrador que se socializó se exceptuaban las peleas de gallos. Sin embargo, el 20 de diciembre se las incluyó, es penoso”, expone.

En la provincia hay 120 galleras y a nivel nacional suman 2 millones 500 personas dedicadas a la actividad.  

Manuel López, quien tiene 86 años de edad y 20 dedicado al deporte de las plumas finas, señala que luego del fútbol, las peleas de gallos es la actividad más seguida del país.

Para Rivera la prohibición de las peleas obligará a quienes gustan de la actividad a la clandestinidad.  

“El desempleo aumentará, pues no solo se afectaría a los galleros sino al turismo, a los productores de maíz. Los gallos de pelea consumen el 25 % de la producción nacional del grano”, explica.

La Federación Ecuatoriana de Galleros mantiene sesiones permanentes para plantear acciones legales en contra de la normativa y no descarta la organización de una marcha nacional. Los dirigentes luchan por que las lidias de gallos, una tradición de más de 500 años, no tengan su último espuelazo.