“La gente confunde las cosas”, comenta riendo.  “Una cosa es que lo mande porque sea ‘mandarina’, y otra que yo tenga la capacidad para convencerlo de hacer lo que yo quiero”, dice Katty.  

Ella no niega que a la hora de tomar decisiones en su hogar, sea su criterio el que se imponga. 

Para Katty el concepto de “mandarina” está bien lejos de lo que ella hace con su marido. Una mujer mandona - dice - gobierna el sueldo del marido, no lo deja salir con los amigos, lo pone  a arreglar la casa mientras ella sale a pasear, señala  Katty, quien tiene ya 10 años con su esposo.

Decisión. Jorge lleva 15 años de casado con Mariuxi. 

En su hogar, comenta, es la esposa la que siempre da la última palabra.

Este ciudadano asegura que no es porque sea “mandarina”, como algunos amigos dicen, sino porque confía en la decisión de su esposa.

Para Jorge esto no es ser “mandarina”, es simplemente “sentido común”, pues asegura que todo el mundo sabe que las mujeres son más prácticas que los hombres.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el 26,4 % (1,1 millones) de los hogares tiene una jefa de hogar.

Además, señala que el 57,3 por ciento de los hombres realiza quehaceres domésticos, frente al 80 por ciento de las mujeres.

Los roles en las parejas han cambiado, aseguran los expertos. Con la inclusión laboral de la mujer, muchos hombres ayudan cada vez más en las tareas domésticas.