El país cierra con una brecha de financiamiento de $ 11.000 millones y un crecimiento negativo de -2,2 %, luego de un año de estancamiento económico en el 2015. Las proyecciones del FMI hablan de un crecimiento negativo que continuará hasta el 2020. 

Para los ciudadanos esto significa que habrá menores oportunidades de empleo y muchos tendrán que ajustarse a un nuevo nivel de ingresos, reduciendo su consumo.

A corto plazo genera un mayor grado de incertidumbre, mantiene paralizados a los agentes que toman decisiones de inversión y retarda la recuperación. Todo esto reduce la capacidad de producción (y empleo) a largo plazo. Porque las inversiones de largo plazo, que no se realizan en estos momentos debido a la incertidumbre acerca de las políticas públicas que adoptará este o el próximo Gobierno, resultarán en producción y empleos que no se materializarán en algunos años.

El próximo Gobierno, sea del mismo partido o no, tendrá que hacer ajustes. La diferencia puede estar en la velocidad de los ajustes y en la forma que se implementan. Se puede equilibrar el presupuesto aumentando impuestos, como también se lo puede hacer reduciendo el gasto o con una combinación de ambas estrategias. Es recomendable que se lo haga reduciendo el gasto, pues ha llegado a niveles insostenibles y la carga tributaria está sofocando la actividad económica en lugar de estimularla.

El próximo Gobierno debe reducir el tamaño y envergadura del Estado. Hay reformas que las puede hacer sin introducir cambios legales y constitucionales, como por ejemplo reducir el gasto corriente significativamente, reducir los impuestos y la apertura comercial. Hay otras reformas importantes, como la del mercado laboral y aquellas que reduzcan la concentración del poder en el Ejecutivo, pero éstas serán más complicadas.

Múltiples medidas se requieren para crear empleo estable y digno. Las reformas anteriormente mencionadas conducen a mejorar las oportunidades de empleos productivos y a mejorar la competitividad del país en general. Todo esto, con el tiempo, logrará una mayor inversión de capitales en la economía, lo cual a su vez derivará en una mayor productividad, que es lo que realmente determina el alza de los salarios reales.

El sector financiero parece estar sólido, aunque el Banco Central está haciendo todo lo posible por comprometer su estabilidad, utilizando una porción considerable de su liquidez para financiar al Gobierno Central. 

Si queremos rescatar una decisión favorable del Gobierno que ya está por terminar, es la celebración del acuerdo con la Unión Europea. Mejor es tarde que nunca. Es difícil predecir lo que ocurrirá en la economía durante el 2017 sin saber cuál es el resultado de las elecciones, dado que eso determinará una radicalización de las políticas del actual Gobierno o un giro importante en las políticas económicas si gana un candidato de oposición.