Después del terremoto del 16 de abril, él hizo de voluntario porque buscaba a María Gabriela (23), su hija, quien llevaba solo dos días trabajando en el local “Todo en Papelería” de ese edificio.
Fabricio Acosta, bombero de Manta, cuenta que Rojas, mientras buscaba a su hija, ayudó a rescatar a tres personas con vida que estaban entre las ruinas del edificio colapsado.
“Ese rescate pasó entre el domingo y el lunes después del terremoto”, recuerda Acosta.
El bombero, en una entrevista para El Universo, dijo que a Rojas se le permitió participar en los rescates “por esas ganas de encontrar con vida a su hija”.
El miércoles 20 de abril hallaron a María Gabriela entre las ruinas, pero estaba muerta.
Se dice que a Rojas se lo vio llorar en brazos de otros bomberos. Luego tiró su casco al piso y se alejó de la “zona cero” de Tarqui.
Días después fue condecorado por la Presidencia de la República como rescatista civil, en un acto que se desarrolló en la Plaza Cívica de Manta.
Ese reconocimiento fue por su apoyo al rescate de las víctimas del terremoto.
>El accidente. Rojas murió la noche del viernes en la vía Circunvalación de Manta.
Él conducía una motocicleta cuando presuntamente fue embestido por un carro. La víctima había salido de su casa, y segundos después sus familiares escucharon un estruendo.
Su yerno salió a ver lo que sucedía y encontró el cuerpo de sobre la calzada. Los restos de la víctima fueron llevados hasta Guayaquil, su ciudad natal, para ser sepultados.