La JMA se basó para el registro en la escala sísmica cerrada nipona, que va desde el nivel cero (imperceptible para un humano) hasta el nivel máximo de siete, y que se centra más en las zonas afectadas que en la intensidad del temblor -como es el caso de la escala Richter-.

Japón experimentó en el 2011 más de 10.000 terremotos, en su mayoría réplicas del devastador sismo que provocó el tsunami que arrasó el nordeste del país y generó en Fukushima la peor crisis nuclear desde Chernóbil.

Causas. Aunque el número de temblores había disminuido considerablemente desde entonces, el organismo meteorológico japonés presentó como causa del aumento los potentes sismos que sacudieron en abril la prefectura de Kumamoto, situada en la isla meridional de Kyushu.

El primer terremoto, de 6,5 grados en la escala de Richter y que alcanzó el nivel cinco inferior en la nipona, sacudió la región el 14 de abril, seguido por otro de 7,3 grados dos días después, que causó medio centenar de muertos y cuantiosos daños materiales.

Sólo en dicho mes se contabilizaron más de 3.000 de estos sismos en el sudoeste japonés.

Según las cifras de la JMA, 33 terremotos alcanzaron dicho nivel, el cinco inferior, o superior -en el que una persona puede encontrar dificultades para moverse o caminar- este año. En noviembre, un terremoto de 7,4 grados afectó la prefectura de Fukushima y provocó un tsunami.