En ese entonces, fue la propia ministra de Desarrollo Urbano y Vivienda, María de los Ángeles Duarte, quien le  entregó la certificación del bono para construir la vivienda.

Pero hoy en el terreno, ubicado en el barrio Jocay, solo se han hecho los muros del piso y las columnas están sin fundir. 

La preocupación de Vélez ahora es mayor porque hace más de un mes que los trabajadores no llegan a la obra. 

“Como era la ministra todos creímos que la casa de mis padres estaría en poco tiempo, pero nada de eso ocurrió”, cuenta Vélez.

Fue un 26 de junio, en el parque del barrio Jocay, donde otras 307 familias damnificadas por el terremoto del 16 de abril recibieron la certificación del bono de manos de Duarte.

Se desconoce si todas ellas atraviesan la misma situación que viven los padres de Vélez, aunque en el Jocay hay algunas. 

Francisco Montes es uno de ellos. Asegura que hace un mes dejaron de trabajar en la casa de su madre. 

Ella es anciana, dice, y ya no tiene fuerzas para andar gestionando la culminación del inmueble, por eso Montes hizo público el reclamo. El ciudadano pide a las autoridades que terminen la obra ya que su mamá duerme por ahora en una ramada.

A varios metros está Narcisa Vega, a quien le ofrecieron un bono de 4 mil dólares para reconstruir la segunda planta de su inmueble. En ese piso quedaban las habitaciones, pero hoy no hay nada porque los ladrillos de las paredes están flojos. 

Vega duerme en la sala, a la espera de que llegue la reparación de los cuartos. 

No hubo respuesta. Se buscó una respuesta en el Miduvi, en Portoviejo, a través del departamento de Comunicación de esa entidad pública, pero hasta el cierre de esta edición no se obtuvo. 

En una entrevista pasada el coordinador zonal, Fernando Zambrano, pidió paciencia a los damnificados asegurando que todos serán atendidos con la construcción y reconstrucción de casas.  Recordó que la demanda de bonos en Manabí es alta y por eso hay que esperar. 

De acuerdo al registro oficial, en la provincia se han entregado más de 36 mil bonos, de los cuales casi 7 mil están en Manta. 

Esta semana se retomó la reconstrucción de casas que estaban abandonadas en la ciudadela 20 de Mayo.

Olga Vizuete, damnificada del sector, espera que no existan más retrasos en los trabajos.