Él es Gary Vera, un juninense que lleva 18 años en esta actividad y que a través de la imaginación y creatividad ha llevado sus decoraciones a Ambato, Bahía de Caráquez y otros lugares del país.

El microempresario comenzó en el mundo de los arreglos en las veladas que organizaba la institución educativa María Mercedes, tiempo después empezaron a contratarlo para arreglar diferentes locales.

Vera recuerda que inició con una inversión de 1.600 dólares y desde allí ha ido invirtiendo. “Hay eventos donde invierto más de lo que gano, pero no puedo quejarme, ya que lo importante es que las personas se sientan conformes y satisfechas”, comenta.

Explica que los precios de los arreglos varían, ya que por una mesa principal cobra de 30 a 40 dólares y si es un evento completo unos 600 dólares según el tipo de adorno.