Lucy Mahmud desde hace 20 años tiene su puesto de artesanías en la bahía Cuatro de Junio, de Quevedo, más conocido como 

“El callejón de los manabas”.

Entre los productos de la cultura montuvia que exhibe en su local están los conocidos boyeros de cuero de vaca, jabón prieto, sombreros de paja toquilla, canastos tejidos,  petates y un sinnúmero de objetos.

Al igual que Lucy, existen más de ocho emprendedores que han tenido una oportunidad de empleo con estas creaciones. Es el caso de Leonela Pacheco, quien trabaja junto a su madre en un puesto que tiene  en el callejón.  “De todas partes de la provincia acuden a comprar las alcancías, sombreros, jabón prieto y palo santo”, comentó.

En Quevedo existe diversidad de artículos de varias provincias del país, pero lo manabita se ha impuesto de entre todas ellas, debido a que existe una población de esta provincia en Los Ríos.

Beyro Menéndez, oriundo de Portoviejo, contó que hace 46 años llegó a Quevedo junto a sus padres y hermanos. Ellos continuaron con el negocio familiar de venta de artesanías, al que consideran muy productivo y beneficioso para quienes lo elaboran, porque de esta manera su cultura se ve reflejada en cada artesanía.

Entre los artículos más vendidos, los comerciantes manifiestan que los sombreros de paja  encabezan la lista, además de los boyeros de vaca que piden muchos padres de familia.

“Los boyeros se venden a diario porque, por mi experiencia, siguen infundiendo respeto y obediencia en la crianza de los hijos”, afirma Menéndez.

Historia. Dentro del estudio de la Cultura Popular en la provincia de Manabí, la actividad artesanal predomina no solo por el hecho de que históricamente constituyó una fuente importante de ingresos económicos, sino porque en la actualidad persiste un número considerable de artesanos que la asumen como característica de su identidad sociocultural.

Entre las artesanías manabitas se distinguen la utilitaria y la decorativa.

Dentro de la artesanía utilitaria está la elaboración de los petates de Paján, las ollas de barro, cazuelas y alambiques de Sosote y San Isidro, los barriles del árbol de muyuyo de Montecristi, los sombreros de mocora de Calceta, las sillas de Rocafuerte; y las monturas de Olmedo.

Los objetos artísticos pertenecen a la artesanía decorativa, como los sombreros, muebles de mimbre y las réplicas arqueológicas, entre otras.