Ella es damnificada del terremoto ocurrido el pasado 16 de abril y recibió del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) un bono de 10 mil dólares para construir un nuevo hogar, en el barrio El Porvenir 2. 

Ponce recordó que los trabajos iniciaron el 21 de septiembre y desde el 8 de octubre no ha visto llegar a los albañiles. Ahora no sabe qué hacer porque el dinero para la obra no le fue dado a ella, sino a la empresa constructora, tal como lo establecen las políticas del Miduvi.  

Por varias ocasiones sus hijos han querido terminar el inmueble, pero ella se opone por una razón: “No es justo que el Gobierno me dé 10 mil dólares para hacer mi casa y la empresa desaparezca como si nada. No permitiré que mis hijos gasten los pocos ahorros por la injusticia que se está cometiendo conmigo”, criticó Ponce. 

En la ciudadela 20 de Mayo ocurre un caso similar: la casa de Jacinta Santos lleva casi un mes abandonada. Su hijo, Alberto Ávila, afirmó que ha intentado buscar respuesta y solución al problema, pero no la ha encontrado. 

Dijo que el ingeniero responsable de la obra no le contesta el teléfono y desde el Miduvi solo le han dicho que debe esperar. 

Aseguró que entre ambos sectores hay cerca de 15 casas que han quedado abandonadas porque los trabajos se paralizaron.

El MIDUVI. Fernando Zambrano, coordinador zonal del Miduvi, reconoció el problema y ratificó que se trata de una empresa. 

Sin embargo, adelantó que el problema ya fue solucionado y la empresa se ha comprometido en retomar los trabajos a partir de la próxima semana.

Según Zambrano, la paralización de las obras se generó por el incumplimiento de un subcontratista. “Pero ya se han hecho las gestiones para remediar el incumplimiento y la empresa ha propuesto iniciar la próxima semana los trabajos de manera contundente”, resaltó el funcionario. 

También recordó a los damnificados que el Miduvi está atento a todo el proceso de reconstrucción de viviendas que se hace en el país. Por eso advirtió a las empresas y contratistas con seguirles, de ser el caso, acciones penales si incumplen con las familias damnificadas. 

Olga Vizuete, damnificada, espera que las palabras de Zambrano se cumplan, ya que agregó, se siente estafada. 

Según contó ella, el Miduvi le entregó 4 mil dólares para reconstruir su casa, pero hace cinco meses que no sabe nada del contratista responsable de ejecutar las reparaciones.

“He llamado miles de veces al señor (contratista), pero nunca me contesta. Mi casa continúa con las paredes destruidas y ya creo que me han robado el dinero”, dijo Vizuete. 

Frente a su casa hay un montículo de piedra que, se suponía, iba ser utilizado en los trabajos. 

Vecindad. La oficina del Miduvi cerró sus puertas en Manta. Se ubicaba en la avenida 20, entre calles 14 y 15, donde ayer llegaron varios ciudadanos en busca de atención, pero se encontraron con la novedad del cierre. 

Ana Reyes criticó la medida aduciendo que nunca se les comunicó nada. Ella llegó desde la comuna Las Piñas, zona rural de Manta, para consultar el motivo por el cual la construcción de siete casas también se ha paralizado en el sector. 

El coordinador zonal explicó que decidieron cerrar porque las consultas y trámites disminuyeron y con ello las oficinas que alquilaban para brindar servicios ya quedaban muy grandes. Adelantó que se analiza en los próximos días abrir un punto de atención en las oficinas del ECU-911, ubicado en la Unidad de Vigilancia Comunitaria (UVC).