Ana Reyes criticó el cierre aduciendo que nunca se les comunicó sobre la medida para no acudir en vano al lugar. Ella llegó desde la comuna Las Piñas, zona rural de Manta, para consultar el por qué la construcción de siete casas para los damnificados del terremoto se ha paralizado en el sitio. 

Las oficinas funcionaban en la avenida 20, entre las calles 14 y 15, en el centro de la ciudad. 

Aracely Anchundia, habitante de Los Esteros, también llegó para realizar un reclamo. “Por lo menos si se marchan deben comunicar para no venir por gusto. Lo peor es que se cierran y nosotros nos quedamos en Manta a la suerte de Dios”, criticó Anchundia.   

Fernando Zambrano, coordinador zonal del Miduvi, explicó que el cierre se generó porque las consultas y trámites de damnificados disminuyeron, y con aquello las oficinas que alquilaban para atender ya quedaban muy grande. Sin embargo, adelantó que se analiza la posibilidad de habilitar en los próximos días un punto de atención en Manta para no dejar de prestar servicios. Una de las opciones sería en la oficinas del ECU-911, ubicado en la Unidad de Vigilancia Comunitaria (UVC), a un costado del colegio Pedro Balda. Lo que no aclaró el  coordinador fue la fecha para volver atender.