La innovación está en una pluma telescópica de 30 metros, que permite que la base permanezca en una única posición durante todo el proceso de colocación de ladrillos. Todo lo que se necesita es un archivo CAD con la estructura de la casa y Hadrian X se encarga del resto. Automáticamente el sistema carga, corta y dispone todos los ladrillos, los mismos que son ingresados a través de una cinta transportadora que los envía hasta el brazo robótico, donde sus lados son recubiertos con adhesivo de construcción. 

El brazo gira y se extiende para ubicar el ladrillo en su lugar. Debido a que están pegados entre sí, no es necesario utilizar mortero.

AÑOS DE INVESTIGACIÓN.  La máquina tiene incluso la posibilidad de dejar espacios entre los ladrillos para permitir el paso del cableado y las tuberías, y se puede utilizar con una amplia gama de tamaños de bloques. El alto nivel de precisión del producto final requiere de muy poca intervención humana: simplemente diseñar la estructura en CAD y hacer clic en enviar. 

El robot es el resultado de 10 años y 6,5 millones de dólares en investigación y desarrollo, y Fastbrick espera que el sistema permita agilizar el proceso de construcción de viviendas.