El INPC ha destacado pormenores de esta muestra. “Se trata de un recorrido a través de la historia de este arte que fue declarado por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad en el 2012”, ha dicho Lucía Chiriboga, directora ejecutiva del INPC.

Además, señaló que esta exposición aúna conocimiento desde la historia, la antropología, la botánica, el arte y el patrimonio documental tanto textual como fotográfico.

Desde las raíces. La muestra también permite adentrarse en la elaboración del sombrero, desde la siembra y tratamiento de la paja toquilla hasta las historias de vida de tejedores que, con sus manos, hacen de este saber su sustento económico.

El tejido de un sombrero fino de paja toquilla requiere de varios meses de trabajo: si tiene 32 hebras en cada centímetro, el artesano se demorará 5 meses, con 30 hebras 4 meses y con 28 hebras serán 3 meses de tejido. 

Según Chiriboga, para el archivo fotográfico se recogieron gráficas de las propias comunidades manabitas, se pidió a los comuneros que prestaran fotos de sus abuelos y familiares cercanos luciendo los sombreros y también tejiéndolos. 

También hay documentos que recogen parte de la historia del tejido, entre ellos réplicas de dibujos en tinta y acuarela de la carludovica palmata (nombre científico de la planta de paja toquilla), que fueron elaborados hacia 1798 y que actualmente reposan en el Fondo Real del Jardín Botánico de España. 

Estos documentos permiten verificar la importancia que tenía para la época esta fibra vegetal que se usa para el accesorio identificatorio del pueblo montuvio.