Actualizado hace: 941 días 23 horas 16 minutos
Oswaldo Valarezo Cely
Un pionero de la palma africana

La palma aceitera o africana no es un cultivo desconocido en nuestra provincia, en el eje El Carmen - Chone – Pedernales hay unas seis mil hectáreas sembradas de esta oleaginosa. Su importancia es mayor, pues tradicionalmente empresas agroindustriales exportadoras de Manta han procesado sus frutos para extraer aceites y en la actualidad también producir biocombustibles.

Domingo 23 Octubre 2016 | 04:00

 En el país  existe una superficie sembrada de 280 mil ha. y su cadena productiva da 50 mil plazas directas de trabajo y 100 mil indirectas, aportando con el  4,5% del PIB agrícola. 

Cultivo relativamente nuevo,  introducido  recién a mediados del siglo pasado, tiene un constante potencial  de crecimiento debido a la demanda de sus  productos elaborados en el mercado nacional y en el extranjero. En 1952 se introdujo semillas provenientes de la United Fruit de Honduras, Lee Hines  se las entregó a los hermanos Scott  para establecer la primera plantación de 39 ha. en la vía Santo Domingo – Quinindé, desde entonces las siembras se extendieron por las vías a Esmeraldas, Chone y  Quevedo. Y a partir de 1979 a las provincias del nororiente del país.
Las primeras investigaciones sobre este cultivo las realizaron empresarios privados, pero en 1963 Fabián Portilla, director del INIAP, creó la Estación  Santo Domingo en La Concordia. En este centro  experimental se dio origen al híbrido Tenera INIAP, que cubre el  60% de la superficie sembrada en el país, confirmando su potencial de rendimiento.  Logro conseguido gracias al trabajo de investigadores nacionales, en donde también hubo el aporte manabita.
 José Villacís Santos es considerado un pionero de la palma africana en el Ecuador. Nacido en  Bahía de Caráquez, comenzó en Santo Domingo  en  1963  siendo extensionista del Ministerio de Fomento  (actual MAGAP) y  continuó  en INIAP como investigador en el Programa de palma africana. Allí compartió experiencias con otros talentosos investigadores de esta oleaginosa, como Víctor Nápoles, Eduardo Maldonado y Galo Bejarano. Su tesis de graduación en 1965 fue valiosa contribución al manejo tecnológico de  la palma africana en el  área entomológica, estudiando y  solucionando problemas ocasionados por los insectos plaga. 
De  investigador  pasó a ser exitoso palmicultor  privado al emprender en 1975 en su hacienda Chapingo la siembra de 100 ha. con  material nacional  generado por INIAP, plantación cubierta en el 75%  por el híbrido Tenera y 25 % de Dura mejorada.  Sus  experiencias transmitió brillantemente en publicaciones,  foros y  como maestro a nuevas generaciones mediante la cátedra en la UTM, en donde fue  subdecano de Ingeniería Agronómica en la época de mayor lustre de esta prestigiosa Facultad. Todo un personaje identificado con su provincia  y tomado como ejemplo a seguir a nivel nacional.   
*Investigador Categorizado Senescyt
 
Compartir en Facebook
Compartir en Twitter
  • ¿Qué te pareció la noticia?
  • Buena
  • Regular
  • Mala

Más noticias