El vendedor se dedica a la venta de sombreros de paja toquilla  y es muy conocido en el cantón por su vinculación con los artesanos de las diferentes comunidades.

Pachay nació en Montecristi y se ha entregado por 45 años a su negocio de artesanías. Comentó que esta es una tradición que adquirió de sus ancestros. “Mi madre me impulsó a comercializar este producto desde temprana edad tras el fallecimiento de mi padre”, expresó Pachay.

 

>Ventas. Hace sus ventas en todo el país. El artesano indicó que la venta del sombrero de paja toquilla en la actualidad no es rentable, ya que ha decaído en un 70 % debido al mal momento económico que atraviesan la mayoría de países. 

“El trabajo de ventas directas de exportación que teníamos bajo pedido nos ha hecho perder crecimiento”, enfatizó Pachay.

Aseguró que por esta actividad son conocidos no sólo a nivel nacional debido a que se ha brindado la apertura necesaria en centros de prestigio.

“Personalmente se me ha dado la oportunidad de recorrer países como Chile y Estados Unidos para dar a conocer al mundo las propiedades del sombrero de paja toquilla, cuyo tejido fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, añadió. 

Pachay está muy orgulloso de ser de Montecristi y poder representarlo en cada oportunidad que se presente. Recientemente estuvo en Quito en la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible (Hábitat III) impulsando el sombrero de paja toquilla y sus trabajos.