Sergio Palomeque, coordinador zonal de la entidad, explicó que verifican las condiciones de salubridad en la que se almacenan los insumos, cómo se preparan los alimentos y cómo se expenden.

Señaló que se busca que toda la cadena de preparación garantice que los alimentos tienen las condiciones de seguridad para que sean consumidos por los ciudadanos.

 

>inspecciones. Sólo ayer recorrieron alrededor de ocho locales en los que, dijo Palomeque, se encontraron problemas menores que deben ser corregidos y cuyo cumplimiento será verificado en inspecciones posteriores.

En un local, no dio nombres, encontraron condiciones sanitarias que motivarán un proceso administrativo de juzgamiento que podría terminar en sanciones y en el que los acusados tendrán derecho a presentar sus descargos.

El funcionario explicó que la normativa de salud establece distintas acciones sancionatorias, por ejemplo multas que van desde los cinco salarios básicos unificados (1.830 dólares) hasta los 20 SBU (7.320 dólares).  En el caso de problemas mayores se puede ordenar la clausura temporal o definitiva, indicó.

Semanas atrás la Arcsa realizó un taller de buenas prácticas de higiene para personal de panaderías y pastelerías, que contó con unos 150 asistentes y donde se expuso las normas que deben cumplir.