Ella es una chimpancé que ha despertado la curiosidad de los visitantes y la indignación de algunos defensores de animales, todo por su presunta adicción al tabaco.
Todo inició cuando los propios trabajadores del zoológico le ofrecieron un encendedor y el tabaco, lo cual le cautivó a Azalea,
Ahora, ella sabe cómo encenderlos. Incluso, cuando no tiene el encendedor a su alcance, prende el siguiente cigarrillo usando el anterior, llegando a fumar hasta un paquete por día.
Los entrenadores le enseñaron cómo tocarse la nariz, inclinarse para agradecer y a realizar un pequeño baile, pero la mayoría de visitantes sólo están interesados en verla fumar.
La adicción de Azalea ha despertado indignación en las redes sociales, donde defensores de derechos de animales acusan al zoológico de tener prácticas crueles. Sin embargo, los cuidadores se limitaron a aclarar que la chimpancé "no inhala" el humo del tabaco.