Uno de los objetivos de la casa es que funcione como restaurante, se convierta en un imán para el turismo y ayude a crear fuentes de trabajo para los habitantes de Punta Blanca.

Juan Carlos Salazar, quien conoció de cerca los trabajos, manifestó que la iniciativa surgió por la necesidad de viviendas que fueron afectadas por el terremoto.

Previo a la construcción de la casa, su diseñadora gestionó la realización de un taller denominado “Soluciones de reconstrucción para zonas impactadas por el terremoto”, con el apoyo de la Asociación Americana de Bambú.

Taller. En el taller, que duró cuatro días, se contactó con el alemán Jörg Stamm, uno de los más prestigiosos constructores con bambú en el mundo, ofreciendo juntos información sobre técnicas de construcción y preservación del bambú, para crear estructuras que sirvan como viviendas para las personas, por lo que se creó un modelo común, que es la Casa del Cacique, informó Salazar.

Washington Palacios, uno de los encargados de la construcción, manifestó que esta es una excelente técnica que debe de usarse más aún con los riesgos que generan los movimientos telúricos. 

En la zona se ha identificado la especie guadua angustifolia, conocida localmente como caña guadua o caña brava.

Esta estructura queda a cargo de Juan Zambrano, un residente de la zona, quien abrió las puertas de su hogar para que este proyecto pueda desarrollarse en esta playa.