>Manifestaciones. Las bandas populares, por ejemplo, constituyen agrupaciones conformadas por ejecutantes de instrumentos de viento y de percusión. Sus orígenes se encuentran en bandas militares europeas. A partir de la segunda mitad del siglo XIX aparecen las bandas populares o de pueblo. En la capital de Ecuador se las ha identificado en las parroquias rurales Zámbiza, Santa Anita de Nayón y otras. 

En tanto, la mashalla proviene del término kichwa masha, que significa yerno, mashalla quiere decir yernecito.

Son cantos rituales de matrimonio usados por culturas indígenas de la serranía ecuatoriana. 

En comunidades del norte de la ciudad como Llano Grande, Llano Chico, Cocotog y Zámbiza se mantenían esos cánticos.

 

>Estudio. El Municipio capitalino menciona que el patrimonio sonoro forma parte del patrimonio cultural inmaterial, sobre el cual convergen usos, representaciones, saberes ancestrales y conocimientos, que son parte de la memoria colectiva de los pueblos y que abarca tanto el sonido natural del entorno, diversas expresiones musicales, artísticas y estéticas. 

Dentro del patrimonio sonoro se procedió a identificar archivos públicos y privados que contienen distintos soportes de obras antiguas de música académica, popular y tradicional del país. 

Según Angélica Arias, directora del IMP, entidad que difunde el estudio, realizado durante unos nueve meses por un grupo especializado, el registro de los patrimonios materiales e inmateriales se realiza para establecer un estado base o una línea base respecto de lo que existe en el momento.

Además de ser una herramienta para crear planes de salvaguarda, así como políticas públicas.

La funcionaria sostuvo que se identificaron instrumentos, su elaboración, rituales y cánticos. “No solo es patrimonio inmaterial, sino también tenemos patrimonio material, en cuanto a los instrumentos, ya que son objetos, las mismas partituras son patrimonio documental”, expresó.