Devotos de la imagen se volcaron a las calles para unirse al acto de fe, persignase, llorar y agradecer su visita por los milagros concedidos.

En su llegada hasta la explanada del parque central de la parroquia, una fila de personas casi interminable se realizó para poder persignarse y observarla de cerca. 

Estaba vestida de blanco con un collar de perlas y sostenía una rosa blanca, “ha llegado muy guapa a bendecirnos”, se escuchó entre la aglomeración de personas que deseaban fotografiarse con ella.

A los costados de la Virgen se encontraban los patronos de Charapotó: la Virgen del Rosario y San Esteban, quienes también recibían ofrendas de sus creyentes.

 

>Seguridad. El Cuerpo de Bomberos de la centenaria parroquia eran los encargados de resguardar la imagen. 

Cerca de la 01h00 la Virgen fue trasladada hasta la comunidad El Pueblito, donde existe una capilla en honor a ella. 

Cerca de las 03h00 los cantos y rezos continuaban con la misma fuerza desde que llegó, luego de ser venerada en este lugar fue trasladada hacia Bahía de Caráquez, para así continuar su paso por Manabí. 

 

>Dos vírgenes. La Virgen del Cisne o “Churonita” fue la invitada de honor en la Misa del Rosario de la aurora del domingo 18.

La imagen, que acompañó a la de la Virgen de La Merced en el recorrido del Rosario, “vino para solidarizarse con el pueblo manabita en la recordación del quinto mes del terremoto”, dijo el párroco de la iglesia La Merced, Manuel Cedeño. 

El mito de origen de la Virgen del Cisne, recogido por el cronista Fernando Montesinos, cuenta que en 1594 se produjo en Loja una prolongada sequía. Añade que cuando todos los indígenas querían marcharse al Oriente, abandonando los pueblos, elevaron oraciones, prometieron construir un templo a María y ella los socorrió, enviándoles lluvias.