Quienes perdieron viviendas o negocios tratan de recuperarse de alguna forma; los inquilinos de Tarqui, la gran mayoría de los comerciantes, se movilizaron a Los Esteros, parroquia que fue un barrio de Tarqui,  se instalaron en el Malecón o en la avenida 4 de Noviembre, otro sector de la parroquia mencionada. Pero los propietarios de viviendas y de locales no podrán recuperarse. 

No hay negatividad en esta afirmación, sino el más puro realismo. De un año que inicialmente fue el plazo estimado para la reparación de redes de agua y alcantarillado, el cálculo subió ya a dos años. 

Siendo optimistas, Cnel y CNT trabajarían dentro del mismo período y, para sellar, la repavimentación de calles. Mientras tanto, ya deberían haberse completado los estudios de sísmica, sin los cuales no se puede reconstruir edificaciones que -la experiencia dice- no deben sobrepasar las dos plantas.

A los habitantes de Tarqui, a menos que solo sea un desventurado caso aislado, se le cobra dos dólares por mantenimiento de redes en la EPAM. ¿De qué agua, de qué alcantarilla? No importa si se hizo el trámite de retiro de medidor.

CNT sigue llamando la atención por falta de pago de una línea que fue suspendida, aunque de oficio debieron hacerlo en todas las zonas inhabitables.  

Y a esta misma persona, que hizo cola para retirar el bono de alimentación, 100 dólares durante tres meses (ya debía estar bajo tierra por inanición) en el banco le dicen que no está registrada, pese a haberlo reconfirmado en el mismo MIES.

Y siguen las desventuras de los tarquenses que deben tramitar el pase a sus propias casas, que a los ladrones  les ha resultado si no fácil al menos posible, pues ya se conoce el robo a varias viviendas: familias Murillo, Molina, Cedeño y a otra donde extrajeron los timbres tan bien colocados que debieron arrancar cemento y cerámica. ¿Alguien oyó estos ruidos?

El alcalde no es culpable de todo lo que ha ocurrido, pero sí tiene en sus manos recuperar la parroquia Tarqui. Lo único que logrará esta meta es la construcción prioritaria del mercado en el mismo sitio, esta vez de primer orden en cuanto a organización e higiene. 

Fue el mercado el verdadero imán para el desarrollo del comercio caótico, eso es innegable. 

Recuperar  Tarqui a partir de esta gran obra devolverá al alcalde Jorge Zambrano la confianza depositada en las urnas por varias ocasiones. De lo contrario, ¡resígnense tarquenses a perder todo lo invertido!