En Salasaca, parroquia indígena del cantón Pelileo, a 15 minutos de Ambato, se agruparon pobladores de seis comunidades con el propósito no solo de rescatar el uso de la bebida como endulzante (sirope) o licor una vez que se fermente, sino para la elaboración de mermeladas de distintos sabores.

Daniel Oña, técnico agropecuario del Municipio de Pelileo, aseguró que conociendo que el agave estaba siendo utilizado en Salasaca sólo para el consumo de las familias o como alimento para el ganado, se planteó el proyecto para tratar de industrializarlo, direccionado a lo que es alimentación.

Añadió que se pretende obtener derivados del agave como balanceado a base de la hoja, máchica a través del secado de la cabuya, mientras que de las raíces se procesarían champú y jabones.

Otros derivados.  Del tzawar mishki se planifica hacer derivados como miel, bebida energizante, edulcorante natural para la alimentación de los diabéticos, con lo cual se utilizará toda la planta y se le dará un valor agregado para que se comercialice en los supermercados nacionales.

El funcionario recordó que el proceso se trabaja desde febrero pasado con la difusión y capacitación a los comuneros, así como estructurando viveros de cabuya que permitan aumentar la producción.

Oña aspira a que para mediados del 2017 se tengan los permisos y la documentación necesaria para la implementación del proyecto, que, aseguró, tiene una inversión de 500 mil dólares para lo que es la enlatadora, planta, plantación, cultivo y capacitación, recurso que se pretende obtener a través de la gestión que se hace en la Embajada de Filipinas y otras organizaciones internacionales.