Según comenta María Paz, madre de familia, sus hijos fueron parte de la unificación de centros educativos luego del terremoto. Sin embargo, los inconvenientes no se han hecho esperar.
“Aquí nos roban las cosas de nuestros hijos. Se meten de noche y se llevan los útiles escolares que se dejan”, confiesa.
Agregó que a su pequeño le han sustraído supuestamente los materiales de clases como pinturas, materiales de higiene, entre otras cosas.
“No tenemos dinero para reponer esos útiles escolares. Solo el juego de pinturas costó 20 dólares”, dijo.
Darwin Laz, padre de familia, indicó que uno de sus petitorios es que coloquen un guardia de seguridad para estar más tranquilos.
Se buscó la versión del distrito de Educación, pero se indicó que la titular se encontraba en una reunión en la Gobernación de Manabí.