La profecía de que este 29 de julio el mundo llegaría a su fin no es la primera que ha fallado. A lo largo de la historia, la humanidad se ha visto conmocionada con varios anuncios apocalípticos, sin que estos (afortunadamente) se hayan cumplido. 

Aquí compartimos algunas de las profecías más recordadas, pero no cumplidas: 

Cerca de cumplirse los 100 años del nacimiento de Cristo, el Papa Clemente I profetizó que el fin del mundo sucedería precisamente en el año 90, generando gran conmoción.

Como suele suceder en la mayoría de cambios de mileno, la llegada del año 1000 provocó una histeria colectiva por un posible fin del mundo, lo que provocó guerras contra los paganos en el norte de Europa que tenían como misión convertirlos al cristianismo.

El 666 es considerado el número del Anticristo, por lo que este año generó gran temor ante la posible llegada del apocalipsis y fin del mundo. 

Esto se repitió el 6 de junio del 2006 (6/6/6), cuando se especulaba con el nacimiento de la 'bestia'. 

El 2 de febrero del año 1962 fue el día de tensión para la comunidad científica. E es que en aquel año se realizaría la conjunción de los ocho planetas del Sistema Solar, un hecho que podía ocasionar grandes daños a nuestro planeta, sin embargo, nada de esto ocurrió.

Leland Jensen, líder de la secta bahá’í, pronosticó que el cometa Halley sería desviado a la órbita de la Tierra el 29 de abril del 1986, y sus pedazos cubrirían nuestro planeta en nuestro planeta destruyéndolo. También fue falso. 

El año 200 era considerado sinónimo de tragedia. La llegada del nuevo mileno trajo consigo una serie de profecías sobre el fin del mundo e incluso un desastre tecnológico que afectaría a todas las computadoras. 

Se recordó una profecía Maya, en la que se anunció que a partir del 22 de diciembre el hombre viviría la primavera galáctica, el florecimiento de una nueva realidad basada en la integración con el planeta y todos los seres humanos, lo cual desembocaría en el final del mundo. 

Se esperaba que una nube gigantesca y ácida terminara con la humanidad. 

Para hoy se apuntaba a que sería el colapso del mundo, debido a una inversión de los polos del planeta que provocaría terremotos y terminaría con la llegada de Jesús y la desaparición de los pecadores.