Nacido en Grecia, pero residente en Bruselas (Bélgica), Ioannis trabaja como intérprete en la Comisión Europea, donde explota aquello que se le da mejor en la vida.

Cuenta que empezó a aprender idiomas cuando tenía cinco años, leyendo libros en alemán y armenio.  Ahora, para no perder sus conocimientos, Ioannis practica sus idiomas a diario, hablando por Skype con amigos de diversas partes del mundo. 

Su nuevo reto es aprender el coreano y el japonés. “Si no aprendo, no soy feliz. Es como tener sexo, lo disfrutas sin mirar la hora”, dijo.