Miguel Navarrete, por ejemplo, asegura que está al tanto de lo que dicen las autoridades en cuanto a no permitir habitar en las zonas de riesgo; pero lamenta que en la “práctica no haya nada concreto”. 

Él habita junto a la casa de su hermano, en la parte frontal tiene a la 5 de Junio y en la posterior al río Portoviejo, inclusive gozan de un balcón -construido el año pasado- que les permite ver el paso de las aguas del río.

“Sabemos que no podemos vivir aquí por la declaratoria de zona de riesgo, pero nadie nos ha orientado. Aquí hemos vivido siempre y de un momento a otro dicen por la prensa que no seguiremos más”, indicó Navarrete.

El morador agregó que si al menos le pagaran por el valor de las tierras, otra sería su situación, ya que tendría recursos para construir una nueva casa y mudarse a zona segura junto a todos sus familiares.

Zenén Navarrete, en cambio, dijo que en ningún momento ha sido notificado para salir de su propiedad. A diferencia de sus vecinos, su vivienda no tuvo mayores afectaciones con el terremoto. Está consciente de que se encuentra en un lugar riesgoso, y llegado el momento tendrá que salir, aunque tiene la esperanza de que en el sector abran un espacio para aquellos que tienen negocios, como en su caso, cuya chiflería abastece a todo el Papagayo.

“Aquí nació mi abuelo Manuel Navarrete, luego mi padre Mauro y mis hermanos. Además mis tres hijos que ahora radican en otras partes del país”, declaró Miguel Navarrete. 

Parque lineal. En la última visita del presidente de la República, Rafael Correa, a Portoviejo, en diálogo con la prensa dijo de forma general que vivir en las riberas del río Portoviejo es un peligro, que es terreno altamente vulnerable y donde se derrumbaron algunas casas.

“Se está planificando una obra como protección del río y para adornarlo se hará un parque lineal. Se implementan medidas de seguridad y eso significará reubicar a alguna gente que está en la ribera”, declaró el mandatario la semana pasada.

Por su parte, Julio Celorio, director de gestión ambiental y riesgos del Municipio de Portoviejo, recordó que existe una ordenanza que prohíbe la emisión de permisos de construcción a 50 metros del río (en ambos costados), así como en las zonas inundables. 

“Después del terremoto las zonas de riesgo de incrementaron. Ahora levantamos un nuevo catastro”, precisó.

Incentivos. Eder Cevallos, director provincial del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi), manifestó que ninguno de los cinco incentivos que entregan contempla construir en zona de riesgo.

En cuanto a los modelos de las viviendas construidas, sostuvo que existen varios. En el caso de Rocafuerte hay de dos clases (villas y palafíticas), debido a que hay zonas inundables.

“El modelo de la casa la inducimos nosotros en conjunto con cada municipio”, dijo Cevallos. 

Hasta ayer el Miduvi había entregado 8.544 bonos. Para reparación 3.952, en terreno propio 3.733 y terreno urbanizado 859.