José recordó que un hombre que se hizo pasar por cliente de un centro comercial abrió uno de los vehículos e intentó llevárselo. Pero los guardias habían notado las intenciones del individuo, y a través de sus radios coordinaron con el personal de seguridad del lugar y estos con la Policía. Minutos después, un patrullero interceptó al hombre y fue detenido por tratar de robarse el carro. 

José dijo que manejan varios códigos para evitar que se cometa este delito en los predios que vigilan. El primero es que ningún carro puede permanecer en el estacionamiento por más de 40 minutos. 

En caso de que suceda, se notifica a seguridad para estar atentos a los ocupantes del vehículo. 

Otro de los métodos es impedir que haya personas deambulando en el parqueadero. Son tres los vigilantes asignados por la Policía en este centro comercial: uno de ellos está en la puerta y los otros dos se encargan de ayudar a estacionar los carros. 

Todos son parte del programa denominado “Vigilante Seguro”, que fue lanzado en mayo por la Policía para evitar el robo de carros. 

Las herramientas con las que cuentan para realizar su trabajo son un radio para comunicarse y un botón de seguridad conectado con la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) de La Pradera. 

Pero antes de estar dentro de este programa fueron capacitados en medidas de autoprotección, para poder lidiar en una acción de peligro, informó la Policía. 

Mauro Vargas, jefe de la Policía de Manta, Montecristi y Jaramijó, informó que el robo de carros sufrió un repunte entre marzo, abril y mayo, pero que actualmente está controlado.  La captura y desarticulación de cinco bandas dedicadas al robo de carros y la extorsión en meses anteriores es una de la causas que redujeron este delito, dijo Vargas.