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Santo Domingo
¡Qué antojos!

Durante su embarazo, María Indacochea, de 24 años de edad, no se cansó de comer helado, tallarín y arroz colorado.

Viernes 22 Julio 2016 | 04:00

 Ella recuerda que en su segundo periodo de gestación nunca dejó pasar sus antojos, máximo en media hora lograba satisfacer su “apetito”. 

“Gracias a Dios nunca tuve que levantarme de madrugada porque los antojos se me venían en el día”, dijo.   
La otra cara de la moneda es Adriana Gil, quien aseguró que su esposo debía levantarse a medianoche o muy temprano a buscar limones para chupar.
Por su parte, Mariana Contreras recuerda que durante su embarazo, ella comía unas flores de color rosa, que crecen en Quito.   
Pero la cosa va más allá.
Resulta que Mabel Mendoza ha sido madre en dos ocasiones y en esas dos ocasiones le han entrado “unas ganas locas” de comer barro. 
“Su olor me volvía loca, lógicamente nunca lo comí porque en vez de barro me daban chocolate”, indicó. 
Durante nueve meses la pasta de dientes duraba muy poco en casa de la familia de Esthela Bravo.  
Según la señora, cuando fue madre por primera vez no podía dejar de probar la crema dental. 
“Ese saborcito refrescante me daba tanta emoción que no podía resistirme”, refirió. 
 
Mentalidad. Pero, ¿por qué las futuras mamás tienen esos caprichos por determinados alimentos? ¿Necesidad o extravagancia?  
La obstetriz Cruz María Moncayo dijo que el tema de los antojos depende del grado de mentalidad de la paciente, de cómo tome el embarazo.
“El 80 por ciento de las mujeres cuando se enteran que están embarazadas comienzan a tener antojos, eso es psicológico”, indicó.
La especialista recalcó que, si bien existen varios mitos en los que se dice que una fémina no puede dejar pasar uno de estos deseos, ella
sostiene que todo depende de la edad de la mujer, su nivel socioeconómico, cultural, su ambiente intrafamiliar, si es madre soltera o adolescente, “es lo que produce efectos”.
“Ha habido hasta abortos por antojos, pero es porque se dejan llevar de lo que les dicen y por su estado psicológico”, señaló.
Con respecto a los efectos que pueden generarse en el bebé, Moncayo señaló depende de lo que coma la madre. Si la alimentación es mala pueden sufrir malformaciones, nacer prematuros o desnutridos. “El antojo es algo que se puede controlar”, precisó.
Aunque generalmente los deseos son por comidas, dulces y cítricos, la doctora mencionó que existen casos en que sus pacientes han llegado a probar jabones, arroz crudo, hielo y papel. 

Creencias. Los cambios hormonales por los que pasa una mujer durante el embarazo, pueden tener un impacto muy poderoso en sus sentidos del gusto y el olfato, experimentan esos antojos y rechazos de ciertas comidas. 
Los antojos de la embarazada son caprichos, generalmente relacionados con la comida, que afectan a tres de cada cuatro mujeres en estado de gestación, señala el portal www.imujerfamilia.com.
Indica que no existe un estudio que demuestre las reales causas de estas situaciones, que guardan muchos mitos a nivel del mundo.
Entre las creencias que destaca el portal, podemos citar:
- Cuando una mujer tiene antojos, en realidad se cree que éste deseo proviene del bebé, y que de no satisfacerlo, éste nacerá con una mancha de nacimiento, del color al alimento en cuestión. Por ejemplo, si se deseaba comer fresas y no se ha comido, entonces el bebé tendrá en alguna parte de su cuerpo una mancha rojiza.
De acuerdo al libro  - Los antojos no son saludables.
- Si quieres dulce será niña, si deseas salado será niño.

 

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