Pasó el martes, cuando los “cetáceos” volvieron a los entrenamientos luego de haber perdido 2-0 ante Barcelona, en Portoviejo, en un partido en que fueron superiores en el juego, pero no en el resultado.

Alarcón se había desvelado las noches anteriores viendo vídeos de su rival, para encontrar la forma de desactivar el circuito del líder, y lo logró. El objetivo era presionar alto, sobre la espalda de Oyola, y quedar mano a mano en la defensa con los ofensivos “canarios”. 

La táctica salió a la perfección hasta el minuto 57, cuando hubo un error del lateral  izquierdo Beder Caicedo al marcar a Velasco, pero sin mirar a Díaz, quien llevaba el balón. Aquello permitió que el volante argentino filtrara un pase para Velasco, quien llegó al fondo, asistió a Esterilla y anotó el gol.

“Un error de concepto nos costó el partido, pero estoy orgulloso de mis jugadores y sus esfuerzos”, señaló ayer el técnico argentino, quien confesó haber llorado tras el cotejo, de “bronca”.

A muy corto plazo está Liga de Quito, rival al que los “cetáceos” medirán el domingo en Casa Blanca.

Pasada la impotencia, las ganas siguen intactas. El objetivo, coinciden Alarcón y los jugadores, es el mismo: clasificar a un torneo internacional, es decir, mínimo terminar sexto en la tabla acumulada a fin de año.

Para eso, explica Alarcón, se necesita empezar a ganar terreno sumando de a tres, y los “albos” están en la mira.

En la tabla no se miran tan lejos. Los “cetáceos” marchan novenos con 23 puntos, mientras que los quiteños son sextos con 28 unidades. Una victoria de visita acortaría las ventajas entre uno y otro equipo, pero además significaría un golpe de confianza para un club que de la mano de Alarcón ha mostrado actitud para salir al ataque en cualquier cancha del país. “El objetivo es clasificar a un torneo internacional, pero para eso debemos recuperar terreno sumando puntos”, señaló Alarcón, quien volvió a asegurar que no renunciará a su esquema ofensivo.

El defensor Pablo Saucedo, capitán del Delfín, está enfocado en el mismo objetivo.

“Otro sueño que tengo es clasificar con Delfín a un torneo internacional”, ha declarado el experimentado defensor de 34 años.